sábado, 23 de noviembre de 2013

Valores de la doctrina cristiana


El cristianismo tiene su origen histórico en el judaísmo de comienzos de la era actual. Si bien Jesús de Nazaret se autoidentificó siempre como un judío devoto, en su doctrina y sus enseñanzas, Él mismo se identificó como el camino al Padre Celestial:[6]

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Así mismo, en los evangelios hay amplia evidencia de que Jesucristo aseguró ser el único camino a Dios, lo cuál sería enseñado así mismo por sus primeros seguidores, incluyendo a los apóstoles bíblicos Simón Pedro y Pablo de Tarso.[7] [8]

No se conoce con precisión el número de seguidores que pudo alcanzar el cristianismo en vida de Jesús de Nazaret, ni cuántos seguían dentro de la comunidad cristiana por él fundada tras su muerte, ajusticiado por las autoridades seculares. Sin embargo es bien conocido que, solo algunos años después de su muerte, Pablo de Tarso, un judío que —en el decir de los Hechos de los Apóstoles— poseía la ciudadanía romana, tuvo un papel destacado predicando y poniendo en contacto a diversos grupos cristianos del Oriente Próximo.[9] El papel fundamental de Pablo de Tarso y otras figuras similares del cristianismo primitivo, ha dejado una influencia notoria en la historia posterior.[10] La tarea de estos primeros cristianos llevó a la formación de comunidades cristianas en numerosos lugares del Imperio Romano, especialmente en su parte oriental. El sociólogo Rodney Stark, quien estudió diversas fuentes históricas para su libro El auge del cristianismo, concluyó que hacia el año 300 d. C., el cristianismo estaba difundido tanto entre las clases populares como en un número de personas ricas e influyentes de la sociedad romana, y se aventuró a situar la cifra de cristianos entre el 10 y el 25 % de la población del Imperio.[11] Con la conversión del emperador Constantino, el cristianismo se convirtió en religión estatal y progresivamente en la religión favorecida por el estado. En las ciudades el número de cristianos siempre había sido mayor, y hacia el siglo V la población no cristiana del imperio se concentraba masivamente en zonas rurales (pagi), por lo que la religión olímpica acabó llamándose paganismo por ser importante sólo esas zonas.[11]

Una vez convertida en religión mayoritaria del Imperio, el cristianismo se expandió a toda Europa. Los pueblos germánicos que se fueron cristianizando progresivamente entre los siglos IV y IX. Cirilo y Metodio predicaron a los eslavos en el siglo X. El cristianismo había llegado a las islas británicas en el siglo V, cuando Patricio de Irlanda estaba activo en la región. A partir del siglo VII las potencias cristianas de Europa rivalizaron con las potencias islámicas. En el sur y centro de Europa, con la excepción de las áreas bajo administración musulmana el cristianismo fue la principal religión desde antes del siglo IX hasta la actualidad. La expansión al norte de Europa y Europa oriental fue más tardía, pero también en esas regiones desde hace siglos el cristianismo ha sido históricamente la religión mayoritaria. Con la expansión europea en América hubo un esfuerzo deliberado por imponer ya sea pacíficamente, ya sea mediante coacciones, el cristianismo a las poblaciones de origen americano. Desde el siglo XVI los portugueses hicieron esfuerzos también por llevar el cristianismo a ciertas áreas de África y Asia, que estaban bajo su dominio. El auge del colonialismo europeo en África, Asia y Oceanía aumentó el número de cristianos en todo el mundo.

Según un estudio de 2005, habría en el mundo más de 2100 millones de cristianos,[12] o cerca de un tercio de la población mundial, siendo la religión con más seguidores del mundo. Otro estudio, publicado en 2011, habla de 2180 millones de cristianos en el mundo.[]

Creencias

Existe un núcleo más o menos compartido de creencias y doctrinas entre los diferentes grupos cristianos, si bien algunas de esas doctrinas no son aceptadas por todos. En ese núcleo se encuentra:

  • Que Dios es uno y al mismo tiempo, tres personas distintas con misiones diferentes; la doctrina de la Trinidad es aceptada por la mayoría de los cristianos en la actualidad, mas no por todos, y es motivo de controversia desde los inicios del cristianismo;
  • Que Dios Padre creó y conserva el universo por su Palabra, el Verbo, sin quien no se hizo nada de todo lo hecho
  • Que Dios Padre se reveló desde el principio a los hombres y cuidó del género humano para dar vida eterna a todos los que buscan la salvación con la perseverancia en las buenas obras
  • Que habló a la conciencia de nuestros antepasados en distintas ocasiones y de muchas maneras por medio de los profetas, y que en la etapa final habló por su Hijo , Jesucristo, hombre verdadero (Jesús de Nazaret), Palabra de Dios hecha carne , que lleva a su plenitud la acción del Padre a favor de la humanidad;
  • Que fue Jesucristo quien reveló la verdadera naturaleza de Dios, llamando a Dios «su Padre y nuestro Padre, y anunciando la venida del Espíritu Santo el Espíritu de Dios, Espíritu de la verdad del mismo que lo movió a él y que hizo de sus apóstoles sus testigos.

Sin embargo, en otras creencias y doctrinas los cristianos difieren entre ellos, por ejemplo sobre cual es el criterio válido para aceptar una creencia. Para los católicos y ortodoxos sus respectivas iglesias están instituidas o tuteladas de algún modo por Dios para servir de guía a los cristianos. Para los protestantes la principal fuente de conocimiento es la Biblia y la gracia divina que Dios concede a ciertos hombres. En general todos los cristianos reconocen que las acciones que Dios quiere sean llevadas a cabo están inspiradas por el Espíritu Santo. Los escritos sagrados, entre los que destaca la Biblia, siendo la principal fuente doctrinal válida de muchas denominaciones, en particular las de corriente protestante.

Otra fuente doctrinal importante son la tradición apostólica (especialmente para la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa), los concilios y los credos, aunque no poseen necesariamente la unicidad de criterios para su aceptación, ya que pueden ser asumidos total o parcialmente, o rechazados totalmente, dependiendo de la denominación. Algunas tradiciones cristianas, tales como los bautistas y las Iglesias de Cristo, aceptan estas creencias, pero no el credo mismo, debido a que los credos son considerados en estos grupos como no pertenecientes a las escrituras. Todo lo anterior sucede también con otros escritos aunque no poseen tanta aceptación como la Biblia. Sin embargo el catolicismo argumenta que fue gracias a su Tradición apostólica que tuvo los criterios para seleccionar los documentos válidos que constituyen el Nuevo Testamento y denominar los apócrifos, durante el año 397 en el concilio de Cartago. Además la imprenta solo se inventó en el siglo XV en Alemania, por tanto los creyentes no contaban con la biblia para sustentar su doctrina; había muy pocas biblias pues eran escritas manualmente por los monjes durante jornadas de varios años y eran demasiado costosas. Es decir que antes que los cristianos pudieran apoyarse en el Nuevo Testamento, tenían que hacerlo en la Tradición de la Iglesia.

Ya desde los primeros tiempos de difusión de las enseñanzas de Cristo y de las diferentes escuelas que formaron los discípulos suyos al final de su vida y su ministerios históricos, biográficos y humanos, surgieron diferencias muy significativas respecto del papel e importancia de Cristo, de su misión redentora, de su naturaleza, y de su glorificación, y de muy numerosas cuestiones doctrinales referentes a su predicación y enseñanzas, la selección de textos que pudieron haberlas descrito de forma más correcta –el Nuevo Testamento, los llamados Logia (dichos o palabras) de Jesús, o bien, los evangelios y escritos gnósticos y apócrifos–, y la interpretación –textual o contextual– de los cuerpos de textos sagrados.

De hecho, de los doce que, según el testimonio de dos de los llamados Evangelios canónicos, habrían sido investidos como apóstoles de forma original, sólo cinco de ellos dejaron documentos que fueron admitidos en el Canon del Nuevo Testamento, el resto de los doce –incluyendo a Judas Iscariote–, y algunos de los cinco ya antes mencionados, pasaron a la historia como autores de documentos gnósticos, que, al paso de los siglos, dejaron de ser vistos como textos sagrados, llegando a ser tenidos por apócrifos.

Debe tenerse en cuenta que el nombre de cristianos ha sido compartido a través de los siglos, y no siempre de formas muy armónicas, por grupos numerosos de creyentes, cada cual, a su vez llegó a desconocer como cristianos a grupos con posturas dogmáticas concretas distintas de las propias. Dicho de otra forma, cristianos es el nombre común de grupos tan distintos entre sí como los católicos, marcionitas, arrianos, nestorianos, coptos, jacobitas, ortodoxos, cátaros o albigenses, anglicanos, protestantes, mormones, veterocatólicos y otros tipos de grupos que reflejan posturas dogmáticas concretas más disímiles.

La Iglesia católica adoptó ese nombre luego que los discípulos liderados por Pedro siguieron las instrucciones de Jesús cuando resucitó: "Vayan y lleven las buenas nuevas a todas las naciones", es decir: "catolisis" según como se narró en griego en los evangelios. O sea que 'católico' es un adjetivo que corresponde al sustantivo 'cristianos'. Se les acostumbró así llamar católicos por su trabajo evangelizador en viajes misioneros de nación en nación.

Los protestantes aparecieron con los reformistas quince siglos después y en los últimos tiempos se han denominado más como 'cristianos'. A través de los siglos, todos estos distintos grupos confesionales, o al menos doctrinales, reivindican a Cristo como su Maestro, Líder, Rey, Señor o Dios, y algunos, así mismo, como su Redentor o Salvador, acogiendo con gusto y todas sus enseñanzas –o cuerpos doctrinales que en su nombre les fueron entregadas–, y dando testimonio de estos hechos de múltiples maneras, que incluyen el dejarse privar de la existencia antes que renegar de su adhesión a él, o bien, de los valores, ideas o creencias de alguna u otra forma vinculadas a él.

Aunque existen enormes diferencias en las creencias entre unos cristianos y otros, la mayoría de las cuales basadas en diferentes interpretaciones de los mensajes bíblicos, aun así es posible plantear afirmaciones generales que describen las doctrinas de una gran mayoría, entre las que destacan: la pasión, muerte y resurrección de Cristo,



  • Jesucristo es el Mesías (o Cristo) descrito en el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Las corrientes principales del cristianismo aseguran que es completamente Dios (o divino) y completamente humano.




  • La "Resurrección General", en la cual las personas que han muerto junto con los que se encontraren vivos para ese momento se levantarán de la muerte al final del tiempo, para ser juzgadas por Jesucristo.

No todos los cristianos han aceptado completamente estos estatutos de fe. De hecho, la mayor parte de los credos apuntan a diferenciar ciertas creencias de otros cristianos primitivos, los cuales son tomados usualmente como heréticos, ya que representan una divergencia consciente de la corriente principal del cristianismo. La mayoría de las disputas se centran en la divinidad de Jesús, la Trinidad, o ambos. Ejemplos de esto incluyen a los grupos ebionitas, los cuales niegan la divinidad de Jesús; los no trinitarios o unitarios, que rechazan el dogma de la Trinidad; los grupos docetistas, que niegan que Cristo haya sido humano; o los arrianos, quienes consideran que el Hijo de Dios es una criatura creada por Dios, pero no Dios mismo, entre otros.

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